La gran pregunta de pacientes que se van a hacer, o que ya se hicieron, una rinoplastia, es en cuánto tiempo verán el resultado definitivo. Y es importante que sepan que ese momento podría prolongarse hasta un año, o más.
Entre 10-15 días ya se podrá retomar la vida normal sin llamar la atención. De hecho, la gente no notará nada raro, por más que la nariz se vea un poco rígida, un poco hinchada y la sonrisa se vea algo tensa o torpe, pero la gente no es tan observadora y probablemente sólo nosotros notemos esto, a menos que lo contemos. Los cambios no son muy apreciables al principio, son muy graduales.
Pero cuando hablamos del año no significa que no vaya a notar ningún resultado antes, de hecho es probable que ya tras 1-2 meses vaya notando un aspecto muy mejorado de su nariz, aunque aún estemos a medio camino del resultado final deseado, especialmente si se trató de una cirugía de refinamiento o de detalles (no es lo mismo un trabajo sutil en punta que la corrección de una nariz desviada, que se vería casi de inmediato).
Hay que considerar que la piel, firmemente adherida, ha sido despegada de las estructuras subyacentes, que se han hecho modificaciones en cartílagos y hueso, y que estos tejidos deben recuperarse, cicatrizar, adaptarse, y por último la piel se tendrá que retraer y volver a adherirse y envolver las estructuras subyacentes, periodo que puede tardar meses. Hasta entonces, notaremos la piel como si estuviera floja, despegada, o mullida, y solo conforme se vaya retrayendo volverá a marcar las estructuras óseas y cartilaginosas, y sólo entonces se verían los cambios por el trabajo nasal realizado.
Factores que pueden influir en una evolución más rápida o más lenta:
- Las pieles gruesas y/o grasas tardan mucho más tiempo en adaptarse, de hecho no es recomendable hacer una rinoplastia de reducción importante si el paciente tiene este tipo de piel, y siempre se le recordará la dificultad en su caso de adaptación cutánea, que se retrae más difícilmente.
- Las pieles finas se adaptan y retraen rápidamente, por más que tengan el inconveniente de permitir que se noten más mínimos defectos o irregularidades, al camuflar muy poco.
- La rinoplastia destinada a estrechar o a reducir la nariz (giba o punta) tarda más tiempo en definirse pues depende de la retracción cutánea sobre las estructuras subyacentes.
- La rinoplastia de aumento, para aumentar la proyección de la punta o el dorso, por la misma razón tardaría menos en alcanzar el resultado final.
- Las rinoplastias postraumáticas, o para corregir narices desviadas, comienzan a ver resultados casi de inmediato, aunque para los detalles sí tardarían más meses.
- Las rinoplastias secundarias o las revisiones serán siempre más lentas, pues estamos ante unos tejidos ya dañados y el nuevo despegamiento supone nuevo trauma y devascularización.
- La rinoplastia “abierta” tarda siempre más tiempo en evolucionar que la técnica “cerrada”, pues supone un despegamiento más extenso.